El verano sin fin

Delfines, mural del palacio de Knossos, Creta


Ahora que llega el tiempo triste en que termina el verano, que se pierde como la arena en las manos, me gustaría hablar de nuestra isla, en la que nunca termina.
Cuando llega Septiembre, es como si fuese finales de Junio
Porque sí que acaba una época y empieza otra
Se nota más frío, los días más cortos, pero sigue siendo el mismo verano
Hay un calendario en algún lado en esta isla, creo que nos sirve para algo pero nada realmente personal. Quizás marque el comienzo de la Liga o el solstici
Puede que en el calendario diga si ya ha comenzado la era de Aquarius o la era de Fanta
Pero podría ser la de Carpanta
De todos modos es todo tan depende que nos podríamos ir a otro Hemisferio, verdadero, no fruto de nuestra imaginación
y sería la misma canción

Más agradable es el verano con alguna noche fría y días de lluvia y melancolía
De todos modos nos encontrarás en la playa de noche y de día
A veces hay tormentas, pero son de verano,
suenan a Vivaldi, a Venecia, a cristal de Murano


En nuestra isla no manda nadie, ni nadie nos manda, no nos dicen a quién votamos, no nos llegan los alaridos de quien nos dice qué pensamos
En nuestra isla hacemos lo que nos da la gana real, como delfines azules cada mañana estival
Es tan sencillo como hacerlo y dejar a los demás que también lo hagan. Y si no es eso no lo llames libertad
Y se puede vivir sin conciencia de libertad, quizás nadie lo haga, ya no estoy seguro, quizás sea algo del pasado, saberse esencialmente libre
O quizás sea cosa del verano.


El admirador de los próceres y tiranos de antaño
olvida que el pastor va siempre con el rebaño


Y si no eres un lobo
tampoco eres bobo
Más se disfruta de atreverse a vivir
Que se sufre de temer morir
 

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